Para aquellos que crecieron y nunca vieron Tom & Jerry, aquellos que se la pasaron viendo anime y creen que este tipo de animación es lo más violento y en algunos casos, lo más chistoso que hay; temo decirles que han vivido engañados y su infancia fue tierna y aburrida y no violenta y divertida como la de mi generación y por supuesto las anteriores a la mía (debo decir que mi generación fue de las últimas que se dio el lujo de ver caricaturas, no cartoons ni animaciones, CARICATURAS).
Tom & Jerry siempre ha sido y siempre será de mis caricaturas favoritas; es más, aún ahora, a mis casi dos décadas y un lustro de vida, me sigue divirtiendo y sorprendiendo la creatividad que mostraban estos señores. La violencia es desmedida, pero sin caer en el insulto y el ingenio para desatarla siempre me ha parecido en punto más fuerte de esta caricatura.
Pero hay algo que me gustaba mucho y trataba de emular desde una temprana etapa de pre-ingeniero (si es que eso existe y se llama así) cuando era niño; esto es, la construcción de máquinas, o mejor dicho aparatejos complicados, sino es que complicadísimos, que con chunches que se pueden encontrar en cualquier casa, resuelven problemas muy, pero muy simples, en proporción con los recursos técnicos y de implementación utilizados. Vamos, para que lo vean mejor, les pongo un pequeño capítulo donde se explica mejor lo que trato de decir; recuerden, una imagen vale más que mil palabras, y un video mas de mil imágenes, mas de un millon de palabras pues. La verdad da flojera escribir.
¿Ven?, tanto aparato y recurso material, para atrapar a un ratón, y que bueno, en este caso resulta en un fracaso total siendo un revés para el gato que siempre quiere trollear al ratón. Estas máquinas complicadas que resuelven nimiedades tienen un nombre oficial, cosa que investigué ya de grande, en un día como tantos que no tenía nada qué hacer o no tenía ganas de hacer tarea y tenía internet. Estas máquinas se les conoce como "máquinas de Rube Golgdberg", en honor a su creador el caricaturista y otrora ingeniero estadounidense Rube Goldberg (¿ingeniero y caricaturista?, qué casualidad).
Goldberg comenzó diseñando estas máquinas llamándolas "invenciones", para sus publicaciones y publicaciones de terceros imaginando chismes super sofisticados para nimiedades como una servilleta que funciona sola O_o.
Hay algo que a los que les gusta la mecánica y los mismos ingenieros nos atrae de este tipo de artificios, y es que quizás es una manera divertida y relajante de aplicar las pocas o muchas nociones de física que tenemos, y cuando una funciona, sentirnos todo un científico loco como en las caricaturas o en las películas, lugares donde se ocupa mucho este recurso.
Aquí posteo la que sin duda es la máquina casera de Rube Goldberg más épica que he visto con materiales que hay en cualquier casa. De niño yo llegué a hacer las mías, pero comparada con la que sigue, me siento como un estudiante de primer semestre.
Anímense a hacer la suya, es bien divertido: conforme van poniendo cosas van improvisando continuaciones y continuaciones.
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